En 2013 se
estrenó la nueva edad de jubilación que irá aumentando a partir del año 2016.
Esta reforma retrasa progresivamente
la edad de retiro de los trabajadores españoles hasta los 67 años en 2027. Así
quienes quieran jubilarse a los largo del próximo año con el 100% de la pensión
que les pudiera corresponder, deberán tener ya cumplidos los 65 años y tres
meses. Hasta 2018, la edad de jubilación se incrementará un mes por cada
ejercicio, pera a partir de esa fecha aumentará en dos meses cada año hasta
2027.
Retrasar la
jubilación tiene sus ventajas para el sistema. Por un lado, permite disponer de
más población activa que, por un lado, financie las pensiones y por otro,
retrasar el cobro de la pensión; si un trabajador sigue activo hasta los 67
años, son dos años más que sigue aportando, pero no consumiendo pensiones.
Para acceder a esta modalidad son
necesarios al menos 35 años de cotización.
Pero este retraso en la edad de
jubilación tiene excepciones. Quienes ya acumulan una larga vida laboral podrán
seguir retirándose con su pensión íntegra a los 65 años siempre y cuando tengan
cotizados 35 años y 9 meses. Por cada ejercicio se aumenta ese periodo en tres
meses hasta llegar a 2027, cuando quien desee retirarse a los 65 deberá contar con
una cotización de, al menos, 38 años y seis meses.
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