Según la última Encuesta de Población Activa (EPA)
publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de ocupados
en España alcanzó los 17.866.500 personas. Sin embargo, si acudimos a las
estadísticas de afiliados de la Seguridad Social, podremos observar que el
número de afiliados en junio de este año era de 17.256.395 trabajadores. ¿Por
qué esa disparidad de más de 600.000 personas en las cifras? A lo largo de este
artículo intentaremos responder esa pregunta.
Lo primero que debe aclararse es que el concepto de partida no está armonizado. Para la EPA, ocupado es aquella persona de 16 o más años que durante la semana de referencia (habitualmente la semana anterior, de lunes a domingo, a la fecha en la que se realiza la entrevista) ha estado trabajando durante al menos una hora a cambio de una retribución en dinero o especie o quien teniendo trabajo ha estado temporalmente ausente del mismo por enfermedad, vacaciones, etcétera. Por su parte, afiliado para la Seguridad Social es aquel trabajador en alta que realiza una actividad laboral propiamente dicha, es decir, que se encuentra en una situación que le genera la obligación de cotizar.
Queda claro, por tanto, que las cifras estadísticas no
coinciden porque no se trata del mismo concepto de estudio en ambos casos. De
hecho, las diferencias son significativas, tal y como puede observarse en el
siguiente gráfico.
A continuación apuntamos las razones más importantes
para entender esas diferencias:
· Primero, la estadística de la Seguridad Social
se refiere al número de afiliaciones y no al número de personas afiliadas, por
lo que los trabajadores pluriempleados, a diferencia de la EPA, están
computados más de una vez.
· Segundo, no todas las personas ocupadas, aunque
se encuentren en situación regular, están incluidas en la estadística de
afiliaciones a la Seguridad Social. A diferencia de la EPA, las afiliaciones
excluyen a los funcionarios adscritos a sistemas especiales, así como de los
trabajadores que no tienen obligación de afiliarse ni de cotizar, como en el
caso de algunas ayudas familiares, que han de estar afiliados a la Seguridad
Social sólo cuando trabajen de forma “personal”, “habitual” y “directa”; e
incluye a cotizantes que no son ocupados. Entre éstos últimos estarían personas
que pierden el empleo pero que siguen cotizando temporalmente y los
trabajadores eventuales agrarios subsidiarios (Régimen Especial Agrario) que
están incluidos independientemente de que en el mes en cuestión trabajen o no.
· Tercero, al estar referida la estadística de
afiliaciones al último día del mes correspondiente, puede haber personas que
habiendo trabajado y estando afiliadas a la Seguridad Social algún o algunos
días del mes y, por tanto, cumplan los requisitos de la EPA para ser
considerados ocupados, no figuren en ese mes como afiliados en esta
estadística.
· Finalmente, algunos de los trabajadores que
figuran como afiliados y cotizan a la Seguridad Social no están realmente
ocupados, aunque su situación sea plenamente legal. Eso ocurre en el caso de los
autónomos que pueden no estar ejerciendo ningún tipo de actividad o de
familiares del dueño de una empresa que están dados de alta sin trabajar.
En conclusión, tal y como hemos podido analizar en
este artículo, existen notables diferencias entre la forma de elaborar las
estadísticas de ocupados de la EPA y la de afiliados de la Seguridad Social, lo
que explica la disparidad de cifras que apuntábamos al principio.
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